Grandes amigos sonrientes los que tengo.
Hay cafés de domingo infinitos en los cuales recordamos momentos álgidos, soñamos inventando el futuro, el pasado, el presente... Y me siento tan cómoda, tan feliz! Que aunque la nicotina se apodere de nuestros sentidos, y nunca nos cobren por separado, esos cafes valen la pena.
ARA QUE TINC 20 ANYS
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